26 de noviembre de 2010

Doblao

Todavía estoy recuperándome de esto, tras revolcarme por los suelos. Pasado el ataque de risa, antes de nada, debo decir que suena de puta madre y merece la pena escucharlo si no lo hicisteis por la tele en su momento.


Dicho esto, os presento a Berto y Ana Morgade arrancándose por bulerías, soleares y demás palos, versionando a grandes clásicos de los 80-90 por shuuuflamenkitoooooreshulooon. Lo cual me lleva a la siguiente conclusión: si estos dos cómicos son capaces de parecer serios haciendo esto y en directo, me hace poner en duda a todos los bocachanclas que se toman en serio su música, la venden como si fuera la única y auténtica, y decenas de miles de pseudo perroflautas neo hippies de diseño con rastas de peluquería (si Nixon levantara la cabeza los correría a gorrazos) acuden en masa a ver a estos gañanes. Eso también va por los vanos intentos de viejos rockeros pasados de rosca y cantantes líricos que se suicidan comercialmente.

Vamos, que estoy flipando, he escuchado conciertos de Bebe o Estopa que sonaban muchísimo peor. Ahí queda eso.

Billie Jean - Michael Jackson



Highway to hell - AC/DC



Wanna be - Spice girls (esta es genial)



Bohemian Rapsody - Queen (tiene una familiiia desestruturadaaa... XD)



Los mosqueperros (aquí demuestran que el quejío flamenco que emociona cuando se lo dedican a la Virgen del Rocío, puede emocionar con cualquier pollada, tremendo fandango se marca Berto)

¡Lo siento, no se puede insertar! Dejo el enlace

24 de noviembre de 2010

Libre albedrío

Y en el principio…. Sólo estábamos nosotros.

Niños. Puros, inocentes, curiosos, alegres. Todo era nuevo. Todo distinto. Todo por nombrar, por entender, por compartir. Nada que temer, nada por lo que preocuparse.

Y entonces llegó la corrupción. En realidad siempre estuvo allí, es sólo que éramos demasiado jóvenes para que nos afectara.

Y se nos olvidaron las primeras veces. Las primeras cosquillas. Las primeras sonrisas. El primer guiño cómplice, el primer abrazo, el primer beso.

Y la amistad se transformó en conveniencia. Y la familia empezó a parecer imperfecta. Y las relaciones tuvieron fecha de caducidad.

Y se nos agotó la capacidad de sorpresa. Y el amor empezó a doler.

Estamos corrompidos, somos seres bajos e instintivos. No hay raciocinio ni cordura en las pasiones.

Adán y Eva fueron expulsados por gracia de su hedonismo. Abel murió, Caín sobrevivió con su marca. ¿De quién crees que descendemos?

Con estos antepasados, con esos antecedentes, ¿qué se supone que se espera de nosotros? ¿Enmendar errores pasados o perpetuar las costumbres heredadas? ¿Creer que somos mejores porque repetimos la historia, una tradición malediciente a nuestras espaldas? Somos iguales que ellos, la corrupción es intrínseca a nuestra naturaleza. Es nuestra motivación, como que a los demás les vaya peor, como regodearnos en la desgracia ajena.

Por mucho que lo intentemos, por mucho que se nos adoctrine en el camino hacia la virtud, ni siquiera nuestros maestros quisieron aplicar sus propias enseñanzas. Tan corruptos como sus propios ancestros. ¿Y nosotros nos atrevemos a opinar sobre lo bueno y lo malo, sobre lo que es correcto y lo que no?


Nada nos lo impide, podemos elegir. Jodido libre albedrío. Podemos dejarnos llevar, continuar nuestro instinto. Lo tenemos muy fácil.

O podemos seguir el camino de la virtud, una senda sin ángeles guardianes, sin espadas flameantes guiándonos. Estaremos solos, por donde pocos han pasado antes, sin baldosas doradas que nos guíen, iluminando la oscuridad con nuestro pobre fuego.

Es nuestra maldición. Nuestra propia libertad.

Libre albedrío, colega”, me dijo una vez un ángel burlándose de mí. “Tú eliges, eres el dueño y señor de la creación, el universo no hará nada por impedirlo.

Pues elijo. Elijo ser humano. Mitad dios, mitad hombre.

Elijo equivocarme, elijo aprender de mis errores. Elijo ser imperfecto.

Lo cual me convierte básicamente en humano.

No sé lo que puedo hacer, no tengo respuestas para tu pregunta.

Pero sí sé cómo conseguirlo, es sólo pura voluntad.

Libre albedrío, colega. Dios no tiene nada que ver en todo esto. Te jodes.

Jodido ángel cabrón. Lo tiene fácil, se limita a obedecer órdenes. Como todos aquellos que pueblan el infierno. No imagino un castigo peor que no poder ejercer de tu propia libertad.

Imagino que el camino hacia las calderas está asfaltado con todas las oportunidades que dejamos pasar, por todas las veces que nos dejamos llevar, que decidieron por nosotros, que hicimos lo que se esperaba de nosotros y realmente no queríamos.

El infierno debe ser un lugar concurrido. Y nada divertido. Igual que el cielo.

Prefiero quedarme en medio. Aún tengo mucho por hacer. Y lo que dure, duró.

No es Tyler quien habla, soy yo.

Cómo me deprime Madrid.

12 de noviembre de 2010

El culto de Baltar


Battlestar Galactica es una serie que al principio me costó bastante seguir. Lo que ahora se llama una serie "de personajes" ambientada en el espacio tras una hecatombe que destruye a la práctica totalidad de la raza humana, en la que los supervivientes buscan un planeta llamado Tierra donde está su hogar.

Tras dos primeras temporadas en las que me costó seguirle el rollo, por fin llegué a la tercera donde todo cambia, o, al menos, empecé a entender la serie. Las imágenes de cámara al hombro en el espacio, los primerísimos planos a los protagonistas, las muertes sucesivas de principales y secundarios, el espíritu altamente militarizado (dictatorial diría) de una generación contra la obediencia insumisa de otra, la eterna lucha, los buenos que hacen maldades con la ley en la mano, los malos que actúan por bondad hacia Dios...

La música es un punto y aparte en esta serie: original, completa y armónica con el espíritu de la serie, quizá en conjunto tiene piezas repetitivas (el TI-TI-TI-TI del principio de cada capítulo es insufrible) pero también grandes aciertos. La versión de "All along the watchtower" es absolutamente magistral, acojonante diría yo, a la altura de el cambio de tono radical que efectuó Jimi Hendrix con la original de Bob Dylan hace cuarenta años.

El inquietante Romo Lampkin (Mark Sheppard) me fascinó desde su primera aparición al final de la tercera temporada: un abogado luciendo unas gafas de sol innecesarias (sólo por chulería), cuidando un gato al que odia, pidiendo defender al responsable de la extinción de la humanidad sólo por aburrimiento. Lamentablemente es un personaje que quedó por desarrollar en el resto de la serie, aún con un capítulo en la cuarta casi dedicado a él, a su cinismo, a su aplastante capacidad de convicción, e incluso capaz de transformarse de abogado de vuelta de todo a hombre de acción con principios. Lo disfruté como un enano, y de verdad que lo sentí por su gato.

Pero de entre todos los personajes me quedo sin duda con Gaius Baltar, el genio científico ególatra, vicioso, apático, ataráxico y terriblemente arribista, que con su exagerado acento británico y dejándose llevar por el plan de Dios, sin control sobre lo que Él tiene reservado, engatusa a las masas y seduce a las mujeres casi sin pensarlo, sin dejar de ser nunca un patético hombrecillo con aires de grandeza. Tras hacer de amigo gay de Bridget Jones, James Callis está en el papel de su vida en sucesivas bajadas a los infiernos de los odiados y ascensos al cielo de los elegidos, con significativos cambios físicos a lo largo de las cuatro temporadas de la serie.

Os dejo la música de "El culto a Baltar", cachondísima escena de la cuarta temporada (que no pongo por no destripar un punto crucial de la serie), y una muestra de lo que la música en una serie "del espacio" atípica puede dar de sí. Dale al play y sigue navegando en otra página. Sólo déjate llevar.



6 de noviembre de 2010

De fractales y hombres

Hace casi 11 años, andaba asqueado en la universidad, buscando soluciones al impass en el que me encontraba. Sabía lo que quería pero no sabía cómo llegar. Mientras tanto, me agarraba a lo que podía. Por ejemplo, a una incipiente revista on line, editada en ese invento que estaba revolucionando la sociedad y del que apenas nadie entendía nada: Internet.

Hacerme amigo del catedrático que la dirigía, antiguo profesor mío, que elogiaba y corregía los cuentos que le enviaba, tampoco solucionaba nada, pero me hacía sentir mucho mejor. Es algo que nunca supe agradecerle lo suficiente y que sólo la perspectiva de los años ha hecho que me diera cuenta. Creo que fue gracias a él por lo que empecé a darme cuenta de la endogamia universitaria y el consecuente asco que le cogí al poder monolítico establecido.

Aunque aunar vocación con obligación era bastante complicado, y me guiaba más por el impulso de escribir que por el oficio. No creo que fuera lo suficientemente disciplinado para volcarme en la ficción, pero tenía menos tiempo aún para la no ficción. Por eso, de no sé cuántos cuentos publicados, sólo publiqué dos artículos, lo cual dice bastante poco de mi supuesta vocación.

Que muere gente todos los días es algo que todos sabemos y estamos acostumbrados. A veces, muere alguien a quien nunca hemos conocido, pero del que admiramos su obra. Normalmente suele pasar con actores, escritores, e incluso políticos. El 14 de octubre ha fallecido uno de las personas que me parecen más admirables del siglo XX, aunque no creo que pase a la Historia en el lugar que se merece.


Benoit Mandelbrot fue un matemático de origen polaco, nacionalizado francés, que exploró los confines de la geometría matemática en Estados Unidos. Fue el inventor de la matemática fractal en los años 70, continuando los estudios aislados de otros colegas del siglo XX. Lo que en su momento supuso un capricho matemático, en la actualidad es un argumento imprescindible en cualquier estudio puntero con aplicaciones prácticas, desde la termodinámica hasta la economía, pasando por la arquitectura o la medicina.

El primer artículo que publiqué en mi vida fue sobre fractales, y entonces descubrí lo importante de los estudios de Mandelbrot. Me fascinaron las curvas del conjunto que lleva su nombre, la similitud con el símbolo milenario de Buda, del infinito, su capacidad de auto-réplica, la inimaginable belleza de las gráficas al aplicar color a las iteraciones, la similitud con la serie de Fibonacci, con la proporción áurea, con el número phi. De repente, todo estaba relacionado, todo podía tener sentido. Un mundo nuevo no académico se abría ante mí y me mostraba todo su esplendor.


Supongo que sería este suceso, unido a otros muchos más (muchísimos más), los que me llevarían a tomar la decisión hace diez años de atar todos los cabos sueltos que pudiera y cambiar de vida, a dejar atrás lo que sabía que no quería y tomar decisiones, acertadas o no pero mías, sin miedo a las consecuencias.

PD: aunque sea tarde, gracias Julio

1 de noviembre de 2010

Expresiones gráficas consuetudinarias que acontecen en la rúe (II)

Hablemos de la España actual, nuestro sitio y nuestra espina, conjunto de nacionalidades constitucionales que lleva a ostias desde hace miles de años y ahora se ha convertido en el parque temático de guiris que vienen a pasar su jubilación, o a ver el partido de fúmbol de turno, mientras se dejan los leuros en instalaciones y hoteles de dudosa procedencia y aún más dudoso destino.

Pero es que en España tampoco se hace nada por evitarlo. O si no podemos ver que en la botadura del barco, galeón réplica de los que en el siglo XVII surcaron los mares de medio mundo acojonando a piratas y flotas oficiales con aspiraciones imperialistas, en la que los medios de toda España y parte del extranjero asistieron boquiabiertos al posicionamiento de la botella inaugural del apadrinamiento del galeón que nos ha representado en la Expo de Shangai 2010.

- Klaus, ¿eso es un Chanoine?
- Wolfgham, desde luego eso no es un Montaudon. Será un cava local. España está al lado de los gabachos
- Lo estoy buscando en mi iPod, y Cruzcampo sólo aparece como cerveza
- ...
- Qué frío hace aquí, ¿no? ¿En Andalucía no están todo el día cantando y bailando en la playa?
- Estoy deseando volver a Mallorca

Pero es que, en nuestro afán por complacer al guiri de turno, no es descabellado abusar de los tópicos: pubs irlandeses pueblan nuestras esquinas urbanas y centros comerciales, como antes lo hicieron los almacenes de oferta en su previa reconversión a Starbucks u oficinas inmobiliarias ahora abandonadas.

- Manué, que digo yo que quiero darle un aire distinto y original a la bodegiya
- Poesoeh sencillo, kakí en Illacrittina sabemos mucho deso
- Mira porellintenné ese a ver si encuentras algo
- ¡Mira mira! ¡En el gugle ese lo pone bien claro! Ettá vitto que a los guiris lo que les gutta son las "taverns"
- Poyatá, le ponemos TAVERNA en vez de bodeguilla y el éssito ettá asegurao


Aunque nuestra complacencia no se limita al visitante guiri, sino que, considerando el estado alterado de lo que viene siendo la nacionalidad española, considerar al visitante del norte como tal, por mucho que Miguel Ángel Revilla se empeñe en pensar en España cuando necesita una erección, es también moneda de cambio.

- A ver Mari, yo creo que limitarnos a tener el local en la Plaza Mayor de Madrid no es suficiente
- Pero Pepe, si los que vienen a ver los belenes se comen el bocata calamares y se van
- Necesitamos algo más, algo con aire español, que el cocidito madrileño tiene digestión difícil
- Pues ya está, ofrecemos pegkaíto con un 50 por ciento de auténtico rebozado andaluz y nos ahorramos cambiar el aceite de la freidora
- ¡Ole, ole! Ya puedo escuchar las conversaciones en galego y catalá llenando la tasquilla
- ¿Y los vascos?
- Esos van de pintxos al Lizarrán

Pero la cruda realidad es que la "crisis" nos atenaza a todos, y no sólo los bares tienen que adaptarse.

- ¿Cuánto dice que tengo que ingresar?
- Lo siento señora, Hacienda somos todos
- ¿Hacienda? Pero si estoy hablando del recibo del agua
- ¡Ejem! Si bueno, pero es que con tanto mando intermedio y presidente de comisiones, el Estado necesita cada vez más recursos
- ¿Me va a decir que mi dinero va a pagar el coche blindado del presidente de la comisión por el agua residual del condado?
- Concretamente sus dietas de la semana que viene
- No me haga esto...
- No se preocupe señora, los bancos también nos adaptamos a la crisis. En vez de caramelos, ahora ofrecenos pañuelos, que salen más baratos y enjugan mejor las lágrimas de los contribuyentes. Y lo que se va a ahorrar en dentista...

Se acabaron el cachondeo y las comilonas sin sentido. ¡Fuera caprichos imperialistas y superficiales! ¿Pero qué es eso de ir al Corte Inglés y pedir correas de cuero para el Viceroy! ¡BELCRO señora, que es más barato!

Y es que si no, las instituciones pueden tomar medidas en el asunto y, para protegernos de nosotros mismos, utilizar los recursos a su alcance para construir estaciones de autobuses como la de Puertollano (la ciudad de las dos mentiras) y ensamblar en ellos símbolos paganos de protección, que recuerdan remotamente a aquelarres, invocaciones demoníacas o simplemente, días de la bestia cañís. Cosa que es cierta, pero recordemos que en las pelis de serie B en las que los avezados satanistas convocan al diablo para tomar el té están dentro del pentáculo, precisamente para protegerse de su influencia.

Aunque, aún así, puede no ser suficiente, y necesitemos un símbolo, una señal, para hacer notar que estamos saturados, hartos o quemados lo suficiente como para necesitar ayuda, y que los de alrededor lo sepan. ¿Y qué mejor y más barato que la clásica y mundialmente conocida berrea de hartura que se recomienda a la entrada de una playa de Huelva?

Y es que las hordas de personas insatisfechas, hijas de la generación ESO, LOGSE o tomateras, pueden rebelarse y llegar a extremos peligrosos en los que España como concepto correría peligro, y ejércitos de HOYGANS tomarían el poder y expulsarían a los miembros de la RAE, esos arrogantes, para demostrar al mundo que la revolución, la anarquía, es la respuesta.


¡VIBA!